La Asociación de Ex Diputados y Ex Senadores de las Cortes Generales, en colaboración con el Consejo Superior de Ingenieros de Minas de España, organizó una Jornada sobre "La Encrucijada energética: una visión general".
Magníficas intervenciones de prestigiosos colegas, de entre los que destaco, por mi cuenta y riesgo, -por la amena dicción del mensaje y no solo por los contenidos, en los que todos estuvieron, por supuesto, a la altura- a José Luis Díez Fernández y a Elías Velasco García. Las ponencias delimitaron con precisión los entresijos del debate energético nacional. Alberto Carbajo, Director General de Operación de Red Eléctrica de España, -en una intervención panorámica y, por ello, mal encajada al final en la sucesión de ponentes-, proporcionó datos e ideas atractivas para navegantes y neófitos, apoyando un mix equilibrado de las fuentes energéticas.
La mesa redonda final, desde la que se pretendió dar la visión política -prudente-, reforzó las líneas maestras de la encrucijada, y la intervención de clausura del Secretario General de Energía, Ignasi Nieto Magaldi, cerró la Jornada con broche de oro, en el que no faltaron aportaciones novedosas.
Un acto, por tanto, lleno de contenidos, datos y sugerencias, protagonizado casi en exclusiva por ingenieros de minas, pero destinado a toda la sociedad. Felicidades a Pedro Martínez Arévalo, decano del Consejo Superior de Minas, alma de esta Jornada, y a quien su reciente laringotomía impidió la lectura del discurso que había preparado, pero cuyo empuje y saber hacer se notaba detrás de todo el tinglado.
Me gustaría incoporar mis propias apreciaciones sobre una cuestión que me viene preocupando desde hace muchos años. Mi orgullo profesional me estimula, por otra parte, a recordar ahora que, como vocal del Colegio de Minas del Noroeste, estuve en el Comité organizador de unas Jornadas sobre la Energía ("El mercado energético europeo: previsión de las alternativas para los años 90"), que se celebraron en Santiago de Compostela en octubre de 1990. Por gentileza de mis colegas, me convertí en uno de los protagonistas ad initio al realizar el documento base previo a las Jornadas: "Un debate sobre la energía muy inoportuno". R
eleo lo que escribí entonces y no lo encuentro en absoluto descabellado: abogaba por el respeto al medio ambiente, el impulso a la investigación y al ahorro energético, consideraba inútil y de alto coste la moratoria nuclear -superaba la subvención al carbón nacional-, y preveía una demanda para 2010 en España en el entorno de los 110 Mtep,...Han pasado 16 años de aquella otra Jornada, y creo que es interesante, no solo para los aficionados a rebuscar en las hemerotecas, releer el resumen de las intervenciones de todos los intervinientes, que realicé para Entiba, la revista del Colegio de Ingenieros de Minas (número 17). Elías Velasco también estuvo allí, y a salvo de la constancia de su mayor escepticismo entonces respecto a la realidad del cambio climático, he constatado que la coherencia con lo que expuso ayer fue prácticamente completa.
Lástima que no se nos hubiera hecho mucho caso.Desde mi interpretación de los argumentos y datos presentados en la Jornada, las líneas maestras de la Planificación energética que deberían tenerse en cuenta en este momento en España, serían las siguientes:
1. Escenario general.-
a) Aunque algunos científicos expresan dudas respecto a la relación directa entre la concentración de CO2 equivalente en la atmósfera y el calentamiento del planeta, la opinión científica general y el principio de prudencia conducen a la necesidad de tomar medidas drásticas respecto a la emisión contaminante.
b) El consumo mundial de energía primaria supera los 11.00 M Tep, y la mayor contribución a su producción se ha desplazado desde el carbón hasta el petróleo en el período 1900-2004. aunque la suma de los combustibles fósiles representa el 54%. El petróleo cubre el 95% de las necesidades del sector transporte. Las principales medidas de corrección de la contaminación han de concentrarse en estos combustibles y en los sectores producción eléctrica y transporte.
c) Puesto que la contaminación ha sido causada básicamente por los países desarrollados, la implantación de medidas correctoras y su coste no debería repercutir sobre el desarrollo de los países más atrasados, sino ser asumido por aquellos.
d) El desarrollo de los países no OCDE provocará un crecimiento de consumo de la energía primaria mundial entre un 35 a un 52% (referido a cifras de 2003) hasta el 2030. Este consumo será cubierto, fundamentalmente, por combustibles fósiles –más baratos y tecnológicamente más asequibles-, por los que el efecto invernadero aumentará, se cumpla o no el Tratado de Kioto, si no se aplican las tecnologías avanzadas (mejora de eficiencia en centrales de gas nayural, centrales de carbón pulverizado a alta temperatura, etc) y se desarrollan tecnologías de captura y almacenamiento de las emisiones de CO2 y se implementan en esos países; de estas últimas se puede decir que su coste, hoy elevado, podría reducirse a 25$/t de Co2 en 2030.
e) Es imprescindible un esfuerzo global mundial en investigación y desarrollo, cambiando la tendencia occidental de subvencionar el consumo y no la i+d. El porcentaje de participación de la biomasa en el abastecimiento de energía primaria, hoy de solo un 10,3% debería aumentarse, apoyando el impulso a las biorefinerías. Adicionalmente, deberá favorecerse el uso de energías alternativas a los combustibles fósiles, y estimular el ahorro de energía, especialmente en los países desarrollados.
f) Hay que dar nuevo impulso a la energía nuclear de fisión, eliminando las injustificadas reservas respecto a su seguridad, completando el desarrollo de reactores de la cuarta geneación y con la creación y apoyo de un organismo de control mundial.
2. Elementos claves a escala nacional.
a) Es necesario mantener un mix de producción energética que contemple todas las fuentes, ya que España tiene un carácter de insularidad eléctrica (que no energética, como matizó el Secretario de la Energía) dentro de la Unión Europea, y no es fácil que los postulados nacionales sean asumidos a nivel comunitario. Una opción razonable en el horizonte de 2025, sería: 25% gas natural; 25% carbón; 20% nuclear; 30% renovables (incluída la gran hidráulica)
b) El parón nuclear no tiene sentido técnico ni económico. Hay que movilizar una campaña de concienciación social que elimine el injusto descrédito de una tecnología que, por lo demás, los países más desarrollados utilizan en beneficio de su economía. En primer lugar, se debe prolongar la vida útil de las centrales existentes, con las inversiones adecuadas, decididas por el Consejo de Seguridad Nuclear. En segundo lugar, hay que asumir con claridad que la producción nuclear será la única forma de cumplir con Kioto para España.
c) El apoyo a las energías alternativas debe continuar, pero sin crear distorsiones en las tarifas que propicien injustificados beneficios y especulaciones. Mecanismos de subvención que han supuesto rentabilidades del 15 al 25% han creado desajustes en el sistema. El tir (la tasa interna de retorno) de los proyectos energéticos alternativos debería estar en torno al 7%, creando una estabilidad regulatoria.
d) La investigación sobre los mejores aprovechamientos energéticos es insuficiente. La decisión de los objetivos investigadores depende de la orientación política definitiva, como destacó Alberto carbajo. En particular, es muy interesante la investigación e impulso de la energía solar y, secundariamente, de la biomasa. El apoyo a la energía eólica adquiere, en este contexto, una importancia menor.
e) Hay que considerar de forma realista el peso del carbón en la dieta energética, pues no tiene sentido cerrar minas que vamos a necesitar ni perder tecnologías de extracción que serán necesarias. Como presentó Juan Manuel Llabrés, se deben desarrollar métodos de captura y almacenamiento de carbono e impulsar la investigación del papel portador energético del hidrógeno (proyecto Hyprogen, tal vez con conclusiones operativas en 2016)
f) España tendría que alcanzar el 10% mínimo, de capacidad de interconexión eléctrica con el resto de la UE, y se habría de estimular la competencia entre las eléctricas con subastas virtuales de capacidad (propuesta del Libro Blanco de Pérez Arriaga, como resaltó Ignasi Nieto).
g) No debe demorarse la elección del lugar para el almacenamiento de residuos nucleares, y este ha de ser centralizado. La preocupación que los media transmiten a los ciudadanos no es en general objetiva, los reparos carecen de base científica, son oportunistas y suponen una rémora para la adopción de la solución, que, en este momento y estado de la técnica y de los compromisos internacionales, no admite dilaciones.
eleo lo que escribí entonces y no lo encuentro en absoluto descabellado: abogaba por el respeto al medio ambiente, el impulso a la investigación y al ahorro energético, consideraba inútil y de alto coste la moratoria nuclear -superaba la subvención al carbón nacional-, y preveía una demanda para 2010 en España en el entorno de los 110 Mtep,...Han pasado 16 años de aquella otra Jornada, y creo que es interesante, no solo para los aficionados a rebuscar en las hemerotecas, releer el resumen de las intervenciones de todos los intervinientes, que realicé para Entiba, la revista del Colegio de Ingenieros de Minas (número 17). Elías Velasco también estuvo allí, y a salvo de la constancia de su mayor escepticismo entonces respecto a la realidad del cambio climático, he constatado que la coherencia con lo que expuso ayer fue prácticamente completa.
Lástima que no se nos hubiera hecho mucho caso.Desde mi interpretación de los argumentos y datos presentados en la Jornada, las líneas maestras de la Planificación energética que deberían tenerse en cuenta en este momento en España, serían las siguientes:
1. Escenario general.-
a) Aunque algunos científicos expresan dudas respecto a la relación directa entre la concentración de CO2 equivalente en la atmósfera y el calentamiento del planeta, la opinión científica general y el principio de prudencia conducen a la necesidad de tomar medidas drásticas respecto a la emisión contaminante.
b) El consumo mundial de energía primaria supera los 11.00 M Tep, y la mayor contribución a su producción se ha desplazado desde el carbón hasta el petróleo en el período 1900-2004. aunque la suma de los combustibles fósiles representa el 54%. El petróleo cubre el 95% de las necesidades del sector transporte. Las principales medidas de corrección de la contaminación han de concentrarse en estos combustibles y en los sectores producción eléctrica y transporte.
c) Puesto que la contaminación ha sido causada básicamente por los países desarrollados, la implantación de medidas correctoras y su coste no debería repercutir sobre el desarrollo de los países más atrasados, sino ser asumido por aquellos.
d) El desarrollo de los países no OCDE provocará un crecimiento de consumo de la energía primaria mundial entre un 35 a un 52% (referido a cifras de 2003) hasta el 2030. Este consumo será cubierto, fundamentalmente, por combustibles fósiles –más baratos y tecnológicamente más asequibles-, por los que el efecto invernadero aumentará, se cumpla o no el Tratado de Kioto, si no se aplican las tecnologías avanzadas (mejora de eficiencia en centrales de gas nayural, centrales de carbón pulverizado a alta temperatura, etc) y se desarrollan tecnologías de captura y almacenamiento de las emisiones de CO2 y se implementan en esos países; de estas últimas se puede decir que su coste, hoy elevado, podría reducirse a 25$/t de Co2 en 2030.
e) Es imprescindible un esfuerzo global mundial en investigación y desarrollo, cambiando la tendencia occidental de subvencionar el consumo y no la i+d. El porcentaje de participación de la biomasa en el abastecimiento de energía primaria, hoy de solo un 10,3% debería aumentarse, apoyando el impulso a las biorefinerías. Adicionalmente, deberá favorecerse el uso de energías alternativas a los combustibles fósiles, y estimular el ahorro de energía, especialmente en los países desarrollados.
f) Hay que dar nuevo impulso a la energía nuclear de fisión, eliminando las injustificadas reservas respecto a su seguridad, completando el desarrollo de reactores de la cuarta geneación y con la creación y apoyo de un organismo de control mundial.
2. Elementos claves a escala nacional.
a) Es necesario mantener un mix de producción energética que contemple todas las fuentes, ya que España tiene un carácter de insularidad eléctrica (que no energética, como matizó el Secretario de la Energía) dentro de la Unión Europea, y no es fácil que los postulados nacionales sean asumidos a nivel comunitario. Una opción razonable en el horizonte de 2025, sería: 25% gas natural; 25% carbón; 20% nuclear; 30% renovables (incluída la gran hidráulica)
b) El parón nuclear no tiene sentido técnico ni económico. Hay que movilizar una campaña de concienciación social que elimine el injusto descrédito de una tecnología que, por lo demás, los países más desarrollados utilizan en beneficio de su economía. En primer lugar, se debe prolongar la vida útil de las centrales existentes, con las inversiones adecuadas, decididas por el Consejo de Seguridad Nuclear. En segundo lugar, hay que asumir con claridad que la producción nuclear será la única forma de cumplir con Kioto para España.
c) El apoyo a las energías alternativas debe continuar, pero sin crear distorsiones en las tarifas que propicien injustificados beneficios y especulaciones. Mecanismos de subvención que han supuesto rentabilidades del 15 al 25% han creado desajustes en el sistema. El tir (la tasa interna de retorno) de los proyectos energéticos alternativos debería estar en torno al 7%, creando una estabilidad regulatoria.
d) La investigación sobre los mejores aprovechamientos energéticos es insuficiente. La decisión de los objetivos investigadores depende de la orientación política definitiva, como destacó Alberto carbajo. En particular, es muy interesante la investigación e impulso de la energía solar y, secundariamente, de la biomasa. El apoyo a la energía eólica adquiere, en este contexto, una importancia menor.
e) Hay que considerar de forma realista el peso del carbón en la dieta energética, pues no tiene sentido cerrar minas que vamos a necesitar ni perder tecnologías de extracción que serán necesarias. Como presentó Juan Manuel Llabrés, se deben desarrollar métodos de captura y almacenamiento de carbono e impulsar la investigación del papel portador energético del hidrógeno (proyecto Hyprogen, tal vez con conclusiones operativas en 2016)
f) España tendría que alcanzar el 10% mínimo, de capacidad de interconexión eléctrica con el resto de la UE, y se habría de estimular la competencia entre las eléctricas con subastas virtuales de capacidad (propuesta del Libro Blanco de Pérez Arriaga, como resaltó Ignasi Nieto).
g) No debe demorarse la elección del lugar para el almacenamiento de residuos nucleares, y este ha de ser centralizado. La preocupación que los media transmiten a los ciudadanos no es en general objetiva, los reparos carecen de base científica, son oportunistas y suponen una rémora para la adopción de la solución, que, en este momento y estado de la técnica y de los compromisos internacionales, no admite dilaciones.
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