En Busca de Gaia. (Conferencia pronunciada en Agosto 2008, en Albentosa, Cuenca)
CLAVES PARA ELABORAR UN PROYECTO DE DESARROLLO RURAL
por DOMINGO GÓMEZ OREA,Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid
SÍNTESIS ESCRITA
REFLEXIONES PREVIAS
Proyectar/planificar: Significa pensar en el futuro con la intención de “construirlo”; se trata de un enfoque optimista:
- Woody Allen: “conviene pensar en el futuro porque allí vamos a estar el resto de nuestra vida”
- Lejos de la “fatalidad” griega o el destino, donde “todo está escrito”, planificar y proyectar significa pensar que “el futuro se construye” y depende de nuestra voluntad.
Me referiré en esta conferencia al denominado Medio Rural Profundo: zonas afectadas por una larga crisis: de población, de poblamiento, de producción, de las instituciones, etc., y con tres problemas básicos:
- Declive poblacional: densidad, envejecimiento y desequilibrio entre sexos que manifiesta riesgo de insostenibilidad demográfica.
- Anacronismo de un sistema de asentamientos poblacionales que responde a formas de desplazamiento, tipo de energía utilizada (animal y humana) y pautas de consumo y de comportamiento que resulta completamente inadecuado a la situación actual.
- El aislamiento del exterior, de tal forma que el espacio supone una fuerte debilidad con respecto a zonas más centrales.
CLAVES UN PROYECTO DE DESARROLLO RURAL
1. DISTINGUIR ENTRE LO QUE ES LA ELABORACIÓN DE UN PROYECTO DE DESARROLLO RURAL Y LA APLICACIÓN DE TAL PROYECTO AL DESARROLLO RURAL
Un plan o un proyecto es la intención de hacer algo; para ello hay que decidir qué es lo que se quiere hacer: eso es el proyecto y expresarlo de forma operativa, es decir, de tal forma que sea ejecutable.
Supone, por tanto, modificar la trayectoria de evolución tendencial del sistema al que se aplica.
2. RECONOCER EL PROBLEMA Y SU ESPECIFICIDAD
Es la primera clave para resolver un problema; si no existe conciencia del problema por parte de la población, de los agentes socioeconómicos y de las autoridades, no hay ninguna posibilidad de resolverlo. De hecho, si no algo no se percibe como problema, éste no existe.
Por otro lado hay que reconocer que el problema es específico de la zona a la que se va a referir el proyecto, de tal manera que requiere soluciones “a la medida”, no de carácter general, basada en un buen diagnóstico del problema y de la zona.
3. DEFINIR EL ÁREA DE EXTENSIÓN O ÁMBITO TERRITORIAL AL QUE SE REFIERE EL PROYECTO
Definido el problema hay que definir el ámbito espacial en el que se pretende resolver; para ello conviene aplicar el denominado principio de subsidiariedad, que dice: todo problema debe ser resuelto al nivel de responsabilidad más bajo posible.
El ámbito característico, más operativo, para elaborar un proyecto de desarrollo rural es la COMARCA, o zona con entidad geográfica, histórica y sentido de pertenencia estructurada en torno a un núcleo de población que es la cabecera comarcal..
4. DEFINIR EL “PROMOTOR” DEL PROYECTO
El promotor de un proyecto es el agente o la entidad que asume su liderazgo, la responsabilidad de sacarlo adelante.
En principio un proyecto de desarrollo rural puede ser liderado por la Administración, por los agentes particulares, o de forma mixta; esta última es la opción que siguen las iniciativas comunitarias LEADER, y los proyectos PRODER, utilizando para ello la fórmula del Consorcio.
En ellas el desarrollo rural se entiende como un proceso de abajo a arriba.
El papel de la administración se orienta a la financiación de los proyectos concretos de inversión que desarrolla los particulares y a la dotación de infraestructura y de equipamientos público.
5. HACER UN DIAGNOSTICO DE LA ZONA Y DE LA PROBLEMÁTICA QUE LE AFECTA
El proyecto comienza con la realización de un diagnóstico. Diagnóstico significa conocimiento e interpretación de aquello a lo que se refiere: zona, problemas y potencialidades.
El diagnóstico exige tres aproximaciones:
- Técnica, presumiblemente objetiva
- Perceptiva: subjetiva por parte de la población y de los agentes socieoconómicos
- Local, aprovecha el conocimiento de quienes han evolucionado con la zona y con su problemática.
Y se orienta a las tres facetas siguientes:
- Conocimiento e interpretación de la zona a la que se refiere el proyecto: como es, como funciona, qué limitaciones y recursos tiene, cuáles son las oportunidades de localización, etc.
- Problemática de la zona: manifestación, causas, efectos, agentes implicados, localización, magnitud, gravedad, percepción, etc.
- Oportunidades de la zona que pueden utilizarse para generar empleo o renta.
6. APLICAR EL PENSAMIENTO PROSPECTIVO
El pensamiento prospectivo se refiere a imaginar escenarios de futuro para luego definir una “visión” o “imagen objetivo” de la zona a largo plazo.
Tal imagen permite definir primero una estrategia para avanzar hacia ella que luego se concreta en una serie de medidas (regulación, intervención, gestión) formalizadas, organizadas y presupuestadas en un plan. Se pueden definir diversos escenarios para las zonas rurales profundas:
Escenario basado en la evolución tendencial, con las siguientes características:
Dominio de la agricultura intensiva
Insostenibilidad poblacional de muchos pueblos
Pueblos físicamente reconstruidos: “feismo”, déficit de previsiones urbanísticas y edificatorias
Emergencia y horizonte favorable de los cultivos energéticos
Beneficiándose del cuarto pilar del FEADER orientado al desarrollo rural
Ley de Desarrollo Rural de 2007
Escenario “óptimo”
Agricultura sostenible con múltiples formas
Pueblos físicamente reconstruidos, vivos, y llenos de gente
Población determinada por dos referencias:
• Censo del 55
• Cabida poblacional sostenible: calculada a partir del uso primario coherente del suelo y de un estructura razonable de los sectores económicos
Recuperación de una cultura rural, pero “actualizada”
Bosques a los que se reconocen todas sus funciones: ecológica, paisajística, cultural, funcional y productiva.
Valoración de las externalidades rurales positivas y mecanismo para internalizarlas en el desarrollo rural
Cumplimiento y compensación del efecto sumidero del mundo rural para las ciudades
Escenario “alternativo al óptimo: natural/forestal”
Se basa en la idea de que la agricultura del futuro será la de regadío o no será; llevado a un futuro más lejano, tal vez la agricultura del futuro será la “industrial” y “forzada”: en ambiente controlado (invernaderos, bajo plástico, etc.) y utilizando una alta tecnología.
Coexiste con ella otras formas de agricultura: controlada, ecológica, integrada, biológica, etc., pero con una producción que solo atenderá a segmentos poco numerosos de la población:
• De alto poder adquisitivo,
• Personas que buscan el ocio o formas de vida minimalistas
• Segmentos que practican agricultura de subsistencia
Libera grandes extensiones de terreno que se naturalizan o pasan al sector forestal y cumplen varias funciones:
• Crea riqueza y empleo significativos en el medio rural.
• Efecto sumidero sobre el principal gas de efecto invernadero: CO2. El protocolo de Kioto apenas permite contabilizar en sumidero el 2% procedente de nuevos bosques, pero la realidad es que, según ASENFO (revista Montes, nº 90, 2007), el crecimiento neto (descontando cortas) de las masas forestales españolas fija unos 75 millones de toneladas equivalentes de CO2 al año, lo que representa el 19% aproximadamente de las emisiones españolas.
• Pieza de las masas forestales como agentes del ciclo hidrológico y su efecto en el clima
• Generación de energía a partir de la biomasa, cuyo aprovechamiento, además, repercute en los incendios
Escenario de concertación que parece más razonable
Acorde con la Estrategia Territorial Europea con dos modalidades
• Una opta por la selección de núcleos: aquellos a los que se reconoce viabilidad futura
• Otra opta por el mantenimiento de todos los pueblos
Caracterizada por la homogeneización del espacio en términos de oportunidades, basado en:
• Infraestructuras de transporte
• Nuevas tecnologías de la información y del conocimiento
• Equipamientos y servicios públicos
7. DEFINIR UNA ESTRATEGIA DE FUTURO BASADA EN :
- Entender el desarrollo en términos de Calidad de Vida
- El nuevo paradigma rural: pensar en términos de espacios y no de sectores económicos y pensar en inversiones en vez de en subvenciones
- Análisis DAFO: Debilidades, Fortalezas, Amenazas y Oportunidades
- El aprovechamiento de los recursos endógenos
- Hacer atractivos los pueblos
- Dignificar la vida rural
- Prestigiar la vida rural y promocionarla
- Generar empleo estable y riqueza
- Buscar formas para “internalizar” las externalidades rurales: La Huella Ecológica
- Nuevas relaciones campo-ciudad: efecto sumidero
- Dotar de equipamientos y servicios públicos
- Homogeneizar el espacio en términos de oportunidades para aporvechar lo que ofrece la sociedad moderna
- Buscar inversores
- Buscar la capacidad de liderazgo
- Apoyarse en los “ilustres”
- Fomentar el “voluntariado”
- Etc.
8. CONCRETAR LA ESTRATEGIA EN UN MODELO TERRITORIAL Y EN LAS ACTIVIDADES NECESARIAS PARA AVANZAR EN EL SENTIDO DE LA ESTRATEGIA
El modelo incluye y requiere:
- identificar los pueblos en que va a vivir la población, en la idea de que para la población prevista, la tecnología actual y las formas de desplazamiento, “sobran pueblos”
- Los canales de relación: infraestructuras de transportes y TIC`s
- Las actividades económicas, fundamentalmente las primarias
9. PARTIR DEL FEADER Y DE LA LEY DE DESARROLLO RURAL SOSTENIBLE
El FEADER es el Fondo Europeo Agrícola y de Desarrollo Rural (Reglamento CE nº 1698/2005 del Consejo de 20 de Septiembre de 2005 relativo a la ayuda al desarrollo rural a través del FONDO EUROPEO AGRÍCOLA DE DESARROLLO RURAL), tiene como objetivos:
- aumentar la competitividad de la agricultura y la silvicultura mediante ayudas a la reestructuración, el desarrollo y la innovación;
- mejorar el medio ambiente y el medio rural mediante ayudas a la gestión territorial de las tierras;
- mejorar la calidad de vida en las zonas rurales y fomentar la diversificación de la actividad económica.
Para avanzar hacia los objetivos anteriores se establecen cuatro ejes:
1. aumento de la competitividad de la agricultura y la silvicultura a través de la ayuda a la reestructuración, el desarrollo y la innovación;
2. mejora del medio ambiente y del entorno rural a través de la ayuda a la gestión territorial;
3. mejora de la calidad de vida en las zonas rurales y fomento de la diversificación de las actividades económicas.
4. estrategias de desarrollo local y medidas de asistencia técnica (proyectos análogos a la iniciativa Leader).
La acción del Fondo ha comenzado el 1 de enero de 2007 y continuará financiando la estrategia de desarrollo rural hasta el 2013, periodo en el que se hará especial hincapié en el segundo pilar de la política agrícola común (PAC): el desarrollo rural.
La LEY 45/2007, para el desarrollo sostenible del medio rural.
Toma como referente las políticas comunes europeas, la Estrategia de Lisboa de 2000 en relación con el empleo y la competitividad y la Declaración de Gotemburgo de 2001 en relación con el desarrollo sostenible.
Persigue la mejora socioeconómica de la población de las zonas rurales y el acceso a unos servicios públicos suficientes y de calidad. Concede una atención preferente a las mujeres y los jóvenes, de los cuales depende en gran medida el futuro del medio rural.
Tiene orientación territorial, lo que implica que será aplicada tomando en consideración criterios y directrices de ordenación territorial. Singularmente, la Ley contempla zonas rurales diferenciadas según una tipología establecida, define zonas rurales prioritarias y prevé el establecimiento de un plan por zona rural.
Prevé acciones y medidas multisectoriales y ambientales, reflejando la nueva realidad de un medio rural económicamente cada vez más diversificado y al que se le reconoce una importante multifuncionalidad para la sociedad en su conjunto.
Para su aplicación prevé un elevado grado de gobernanza, estableciendo instrumentos de programación y colaboración entre Administraciones, principalmente un Programa de Desarrollo Rural Sostenible plurianual, y se promueve e incentiva la participación del sector privado en el proceso de desarrollo rural sostenible.
Prevé el Programa de Desarrollo Rural Sostenible como instrumento principal para la aplicación de la Ley.
Su ámbito territorial de aplicación es la ruralidad que integra a los núcleos urbanos como elementos dinámicos y funcionales necesarios para el desarrollo rural, y establece
una tipología de zonas que reconoce la diversidad rural existente y la necesidad de una atención diferenciada. Adopta el principio de igualdad.
Con objeto de contribuir a la ordenación del medio rural, las Comunidades Autónomas adoptarán Directrices Estratégicas Territoriales de Ordenación Rural, las cuales orientarán y, en su caso, condicionarán la localización territorial de las medidas derivadas del Programa, favoreciendo la compatibilidad de los planes y actuaciones que se lleven a cabo en cada zona rural en función de sus características y potencialidades. Las Directrices tendrán en cuenta lo establecido en el Plan Estratégico Nacional del Patrimonio Natural y la Biodiversidad, en los planes de ordenación de los Recursos Naturales y en el Plan Nacional de Calidad Ambiental Agrícola.
Para cada zona rural se elaborará un Plan específico, que deberá ser aprobado por las Comunidades Autónomas, que recoja las actuaciones que las Administraciones competentes en cada caso hayan de llevar a cabo en dicha zona.
Para la aplicación del Programa de Desarrollo Rural Sostenible, las Comunidades Autónomas delimitarán los siguientes tipos de zonas:
a) Zonas rurales a revitalizar: escasa densidad de población, elevada significación de la actividad agraria, bajos niveles de renta y un importante aislamiento geográfico o dificultades de vertebración territorial.
b) Zonas rurales intermedias: baja o media densidad de población, con un empleo diversificado entre el sector primario, secundario y terciario, bajos o medios niveles de renta y distantes del área directa de influencia de los grandes núcleos urbanos.
c) Zonas rurales periurbanas: aquellas de población creciente, con predominio del empleo en el sector terciario, niveles medios o altos de renta y situadas en el entorno de las áreas urbanas o áreas densamente pobladas.
Las zonas rurales de la letra a) del apartado anterior, así como las áreas integradas en la Red Natura 2000 y los municipios rurales de pequeño tamaño de las letras b) y c) de dicho apartado, tendrán la consideración de zonas rurales. Las medidas previstas en la Ley son las siguientes:
• Diversificación económica. Se parte de fomentar la consolidación del sector agroalimentario y de potenciar la seguridad alimentaria, junto con el apoyo a la actividad económica vinculada a la industria, al comercio, al turismo y otros servicios, y la necesidad de generar nuevos tipos de actividades locales.
• Creación y mantenimiento del empleo: acciones públicas de apoyo y formación, especialmente para las mujeres y los jóvenes y en las zonas rurales prioritarias.
• Infraestructuras, equipamientos y servicios básicos: mejorar el transporte público, asegurar el abastecimiento energético, implantar el tratamiento de residuos y apoyar la dotación de servicios públicos municipales.
• Promover la producción y el uso de energías renovables, y su relación con la adaptación de actividades y usos a los efectos del cambio climático.
• Fomento de eficiencia, ahorro y buen uso del agua: modernización de regadíos.
• Potenciar la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, completando la cobertura de las telecomunicaciones en todo el medio rural.
• Incrementar la seguridad ciudadana en las áreas rurales, y en particular las que tienen por objeto proteger la conservación del medio natural.
• Acceso de la población rural a servicios públicos básicos de calidad: educación y cultura, en relación con los alumnos y los centros, pero también equipamientos y una oferta cultural suficientes.
• Sanitarias: adaptación del sistema público de salud al medio rural, completando las infraestructuras sanitarias, manteniendo y mejorando los equipamientos, y garantizando el acceso a una atención sanitaria especializada de calidad en todo tipo de zonas rurales.
10. ELABORAR LAS MEDIDAS EN UN PLAN DE ACCIÓN: CREACIÓN DE EMPLEO Y RIQUEZA A TRAVÉS DE:
- Empleo estable: actividades tradicionales y de las nuevas actividades: huella ecológica, relaciones campo ciudad, externalidades positivas
- Vivienda digna
- Equipamientos y servicios
- Conexiones internas y externas
- TIC´s
11. PRESUPUESTAR EL PLAN
El coste de las medidas para que el plan resulte eficaz suele resultar elevado, lo que unido a la escasa cantidad de votos que proporcional las zonas rurales a los candidatos electorales, supone que se abandonen en beneficio de las zonas más pobladas; se trata de un círculo viciosos que augura la mayor probabilidad de los escenarios “naturales”.
12. ENTENDER EL PLAN COMO ELEMENTO DE CONCERTACIÓN
La virtualidad del Proyecto de desarrollo rural depende poderosamente de que se convierta en el mejor elemento de concertación entre los agentes socioeconómicos implicados.
martes, 2 de septiembre de 2008
Claves para elaborar un proyecto de desarrollo rural.
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Gomez Orea; pueblos vivos
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