sábado, 25 de noviembre de 2006

Sobre el calentamiento global

Cristopher Monckton, el periodista y consultor que fue asesor de Margaret Thatcher durante varios años y hábil y polifacético polemista, está conduciendo en Sunday Telegraph (Telegraph News ) una apasionante diatriba, aprovechando los fallos en los argumentos acerca del calentamiento global del Informe que Nicolas Stern realizó para el Gobierno británico de Anthony Blair.

La lectura de los documentos que está generando el debate, proporciona una excelente munición para quienes deseen conocer el alcance y los intereses que afectan a la disputa técnico-socio-económica sobre la influencia de la concentración del CO2 en la atmósfera y la temperatura de la Tierra. Una discusión en la que, por supuesto, la discrepancia visceral entre los restos de la izquierda y la derecha tradicionales no están en absoluto ausentes.

Se echa de menos una discusión de parecido calado en el panorama español, a pesar de los evidentes elementos coincidentes con las cuestiones que tendrían aplicación al futuro energético de nuestro país , que tan dependiente resulta de las importaciones de materias primas.

La decisión que se adopte respecto a las fuentes de energía, las prioridades de abastecimiento, las subvenciones que se otorguen, el propio mix de producción eléctrica, es elemento clave para nuestra economía. Puesto que esa decisión se toma, además, en el contexto de fuerte penalización a las energías derivadas del carbón o del petróleo, los intereses económicos afectados tienen nombres, afectan al mercado laboral y suponen llevar a cabo negociaciones complejas para garantizar en la fiabilidad de suministros, puesto que la competencia por el producto escaso es creciente.

Los países de la Unión Europea más activos están adoptando posiciones, por ejemplo, en relación con el gas natural o la energía nuclear. En España, sería interesante conocer la opinión de organismos cualificados, no contaminados ideológicamente, plurales, y, por ende, neutrales.

La argumentación de Monckton, en esencia, contiene los siguientes elementos:

1) Las posiciones en relación con el calentamiento global son contradictorias, y favorecen intereses concretos. Las voces que argumentan que se avecina una crisis dramática si no se contienen las emisiones de CO2, cuyo incremento se relaciona directamente con el calentamiento del planeta, defienden intereses contrarios al carbón y al petróleo, pero no están suficientemente contrastadas. No existen suficientes datos para completar la serie histórica, y el gráfico más utilizado para demostrar la evolución de las temperaturas y su relación con el contenido en CO2 de la atmósfera, oculta que durante la Edad Media se produjo un incremento de temperatura muy superior al que se está registrando actualmente. Para obtener la típica (y alarmante) curva en forma de "palo de hockey" se ha ponderado erróneamente la temperatura entre los años 1000 y 1900 y, aunque se reconoció esta manipulación, se silenció hasta hace poco tiempo por sus autores y sus mentores, y se sigue ocultando esta incorrección.

2) Las energías alternativas no pueden solucionar la disminución global de los gases invernadero, salvo que se redujera de forma brutal el consumo energético, a lo que la humanidad no parece en absoluto dispuesta. La argumentada gran contribución posible de la energía eólica al mix energético, en concreto, es una falacia interesada. Sería necesario llenar de generadores un área de más de 100 km2 para producir una energía equivalente a la de una central nuclear de tipo medio. Dinamarca, uno de los países que más apoyaron hace años la instalación de aerogeneradores, ha aprobado la construcción de una central nuclear el año pasado.

3) El país más contaminante de la Tierra en la actualidad, Estado Unidos, no ha apoyado la firma del tratado de Kyoto. La contribución de los firmantes, y, en particular, de la Unión Europea, al restringir las emisiones en un entorno de producción basado fundamentalmente en el carbón y el petróleo, es limitativa de sus capacidades de desarrollo económico, insuficiente, y cínica. Las recientes declaraciones de Margaret Beckett, Ministra de Exteriores británica, animando a la India (y a China) a que renuncien a la producción de energía basada en los combustibles fósiles, son solo una muestra del cinismo y doble rasero del mundo desarrollado.

4) Científicos, comentaristas y políticos, difunden sin un propio análisis crítico, informes y datos catastrofistas, sin que sean coherentes con sus propias voces de alarma (según algunos argumentos, nuestra civilización se encontraría al borde del colapso por inviabilidad térmica, pero no se toman medidas consistentes con el argumento, pues obligaría a la instalación inmediata de centrales nucleares en alto número, o a la drástica reducción de los consumos). He leído con cuidado los informes de Stern y de Monckton y las respuestas de sus detractores y partidarios.

Angel Arias
Dr. Ingeniero de Minas y abogado

4 comentarios:

Anónimo dijo...

necesito más argumentos en contra y a favor sobre este tema , qe a su vez es interesante .
Gracias

Anónimo dijo...

¿Qué quieres decir, anónimo, con eso de que "necesitas más argumentos"?. La cuestión del calentamiento global ya no es una competición entre los equipos de un bando y otro, para ver quién gana.

Belen Roveri dijo...

Estoy de acuerdo, pero ¿cual es su propuesta?

Angel Arias dijo...

Belén,
Si está interesada en tener una opinión más fundada y amplia sobre este complejo tema, le sugiero visite los blogs:
http://alsocaire.blogia.com y http://amarias.blogia.com, en las secciones "Noticias ambientales".
Un saludo, y gracias por seguirnos.